Obra: «Pandemiando»
Instalación: conjunto de tejidos de color negro.
20 y 50 cm x 1 y 150 cm cada pieza.
Composición medidas variables
Al iniciarse el aislamiento obligatorio por la pandemia, me sentí “enjaulada” en casa, como en una cueva. Caminaba de “la cama al living” varias veces por día, intentaba ser productiva, no podía permanecer quieta. Recuerdo que de a poco se fue armando una rutina: – Barbijo. – salir a hacer las compras. – regresar lo más rápido posible a casa. – rociar todo con alcohol y/o lavar con detergente. – escuchar las noticias. – intentar trabajar. Uno de los primeros días, en mi taller, descubrí agujas de tejer de distinto grosor y mucha lana, extrañamente, casi toda de color negro…. Y esto de alguna manera, transformó mi quehacer y mi vida en aislamiento. Empecé a tejer durante varias horas por día…..Leía y tejía, escuchaba música o noticias y tejía, miraba alguna película y tejía. No me interesaba si el tejido salía prolijo; muchas veces se producían grandes agujeros en la superficie; fui tejiendo muchos pedazos, por lo general miden alrededor de 40 cm de ancho y un metro, o metro y medio de largo. He utilizado lana más fina o más gruesa pero siempre de color negro, agujas de distinto grosor. El tejido de alguna manera define, creo, mis distintos estados de ánimo: A veces son puntos cerrados, otras veces se producen grandes agujeros, de repente hay superficies tejidas armoniosamente… A medida que el aislamiento se fue levantando y pude retomar cierta “normalidad”, fui dejando de tejer. Hace ya 3 meses que no he tocado las agujas y la lana negra. En la 10 añada, desplegaré parte de mis tejidos pandémicos.